“Aquí no pasa nada increíble. Sólo lo de siempre”. Aunque lo de siempre sea feroz. Aunque lo increíble sea la propia vida, con su dolor y su impotencia. Con su ignorancia y su esperanza. Nada nuevo, retiario, tú eso lo deberías saber.

A veces nos dejamos llevar, pese a nuestra irritación y nuestra resistencia, de una histeria sentimental; caemos en el paroxismo, en la exaltación extrema. Y nos enamoramos de alguien o de algo; de un poema, de un gesto, de una voz, de unos ojos aislados... mismamente de una escultura... de un olor que relacionamos con algo remoto... quizá sólo buscamos una querencia, aquel hueco de infancia en el que los recuerdos no son lo suficientemente nítidos.

Ya sabemos, gladiador, que ni siquiera es fiable nuestra propia memoria...

martes, 12 de marzo de 2013

Nana va




                                 N A N A





Sorpresa, sorpresa...
Hay un niño de cristal
Metido en tu cabeza
Y se esta portando mal 
Porque ni duerme ni reza.
Ea, ea, ea
Ea, ea. ea.
Sorpresa...
Que la miel es colorada
 y la mar está templada.
Que este  perrillo lanudo
No puede ladrar porque es mudo.
Su madre perra,  muy atenta
Vigila cualquier afrenta
Gruñendo al inoportuno
-Lo quiere más que a ninguno-.
Ea, ea, ea, a.
Ea, ea, ea, ea.






 Canta un pájaro escarlata
 Estrenando armadura de lata.
Un águila y un armiño
Te cuentan cuentos, mi niño, 
Y hasta un unicornio enano
Deja que pases la mano,
Con cuidado, por su frente 
¡Ya por siempre eres valiente!  
Ea, ea, ea, ea
Ea, ea, ea, ea.





Sorpresa, sorpresa.
A ver si adivinas esa...
Si a una niña tontorrona
Que es muy fea y muy llorona
Se la llevará, al final, un Coco 
Pues sigue durmiendo muy poco.
No sabe hacer otra cosa
Porque la pobre es muy sosa.
Ea, ea, ea, ea.
Ea, ea, ea, ea.  




 
 Una rana se ríe loca,
Pues para eso tiene boca.
Otra niña, que es pequeña, 
Se duerme enseguida y sueña
Que es un lobo, una rama
O la perla de una dama.

                                
                                         

Vive sola en una cumbre
Y nadie le lleva lumbre.
Y triste muchas semanas 
Pues no le cantaron nanas.
Ea, ea, ea, ea.
  Ea, ea, ea, ea. 



Se duerme mirando una estrella
Que sólo le guiña a ella
    Escondida entre una peña...
         (Al final sueña que sueña).       
  

                                                               





No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Anticopia